Desarrollo y retos ambientales
Esta región turística integrada por dos municipios, Puerto Vallarta en Jalisco y Bahía de Banderas en Nayarit, se expande hacia el sur con el corredor Costalegre que llega a los límites de Jalisco y pasa a Colima para integrar a Manzanillo y hacia el norte emerge el corredor Riviera Nayarit que llega al puerto de San Blas. Así se integra un megacorredor de más de 600 km, el más extenso del Pacífico mexicano.
El eje del mismo es el desarrollo del turismo, lo cual implica nuevas zonas de asentamientos y su contrapartida será la gran transformación demográfica con nuevas ciudades e infraestructura. El motor será la fuerza de trabajo inmigrante, principalmente del sur de México, estos corredores se enfrentarán a estos cambios que involucran nuevos y diversos empleos, pero grandes problemas si no se maneja racionalmente el capital natural.
En el caso de Bahía de Banderas, que es el centro de la región, los problemas son diversos, desde el estero El Salado en Puerto Vallarta a los de Nayarit, Boca Negra - Boca de Tomates y laguna El Quelele, todos presentan grandes presiones fruto del desarrollo del turismo. Estos efectos derivan de la especulación por la tierra, la legislación laxa y la presión existente de los grandes desarrolladores sobre los tomadores de decisiones.
Esto demuestra que el desarrollo es un proceso integrado donde todas las actividades están vinculadas en efectos positivos y negativos, por lo que el problema ambiental, no solo “ecológico”, es el fruto de la falta de planeación combinado con la falta de gestión pública, una dupla que ya ha generado el ocaso de destinos como Acapulco y graves amenazas a los centros estrellas de esta actividad.
El problema y las soluciones son integrales y abarcan a los actores de este modelo: la sociedad, el empresariado y el Estado.