Los ecosistemas de Bahía de Banderas v.s. el cambio climático.
El cambio climático es un hecho confirmado por expertos de todo el mundo y su impacto en la vida humana es ya innegable.
Y aunque el panorama es adverso, quienes vivimos en la zona de la Bahía de Banderas debemos de sentirnos afortunados de que aún tenemos importantes “defensas naturales” ante la emergencia climática.
En la zona de la costa, la región aún mantiene de manera funcional algunos humedales como el Estero El Salado y la Lagua El Quelele, los cuales son verdaderas protecciones contra los efectos que podrían generar fenómenos hidrometeorológicos severos como ciclones tropicales o mareas de tormenta.
Además de ser hábitat de cientos de especies de flora y fauna, los humedales sirven como barreras naturales para frenar el impacto de las olas y son sitios naturales de inundación.
Aunque por estar en la costa del Océano Pacífico, las poblaciones de la Bahía de Banderas están expuestas al paso de huracanes en cada temporada, la realidad es que la gente se siente segura pues dicen “las montañas nos protegen”. Y no se equivocan, pues las montañas que conforman la Sierra de Vallejo en el lado de Nayarit y la Sierra El Cuale en Jalisco, si se mantienen cubiertas de selva y bosque sirven para absorber el impacto de las lluvias torrenciales y los fuertes vientos.
Sin embargo, si se pierde la cubierta forestal de la montañas que rodean la bahía, lo que hoy es una protección, podría convertirse en una amenaza mayor, pues las montañas en vez de contener el impacto de los huracanes, provocarían el deslizamiento de tierra, deslaves e inundaciones en las partes bajas.
Pero no sólo eso, las montañas que nos rodean además de ser nuestra defensa natural contra huracanes son nuestras fábricas de agua.
Ante los escenarios de cambio climático que nos advierten que cada vez podría llover menos en esta región, cuidar la “fabrica de agua” se convierte en una cuestión de supervivencia.
Este verano, hemos visto como a nivel global cada vez se presentan olas de calor de mayor intensidad y duración. Superar con dos o tres grados Celsius la temperatura de confort para el ser humano puede ser no sólo una experiencia incómoda, sino incluso un problema de salud pública.
Y ante esta amenaza, otra vez el papel de los ecosistemas como los humedales costeros y las zona de montañas es de gran relevancia, pues entre los servicios naturales que nos brindan está el de regulación del microclima local.
Así pues, sabiendo que el cambio climático es un hecho inminente y que se agudizará cada vez con mayor intensidad, asegurar la conservación de estos importantes ecosistemas se vuelve uno de los temas más importantes para la comunidad.
Para Puerto Vallarta y Riviera Nayarit, conservar en buen estado y restaurar en los casos en que sea necesario ecosistemas como la Sierra El Cuale, la Sierra de Vallejo, el Estero El Salado y la Laguna El Quelele será cuestión ya no de responsabilidad ambiental, sino de superviencia.
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