Los manglares cumplen una función clave en el ciclo vital de las costas y mares: son una barrera natural que disminuye el impacto de tormentas y huracanes, además de funcionar como un filtro que depura el agua que llega al mar desde el continente y ser sitios para la crianza de especies acuáticas de importancia comercial.
Los servicios ecosistémicos que brindan las dunas costeras previenen la erosión causada por tormentas marinas, contribuyen a filtrar la lluvia al subsuelo y reducen la salinidad tierra adentro, además de ofrecer sitios recreativos y de belleza escénica.
La desaparición de las dunas costeras y manglares ocasionada por los crecimientos urbanos y desarrollos turísticos en las costas tiene consecuencias importantes en la dinámica natural y bienestar de la población de la región y, por ende, en las actividades vinculadas al turismo.