Changing the land for survival: or adapt

Vicente Ferreyra Acosta
CEO
Sustentur

¿Se imaginan que la estrategia de continuidad de su negocio pasara por cambiar el negocio de lugar? Es decir, ¿que donde tienen ahora su negocio ya no haya condiciones de tenerlo?

Pues algo así está provocando el cambio climático a nivel global en uno de los sectores más importantes (y más ricos) de la gastronomía: el sector vitivinícola. Hace unas semanas tuve la oportunidad, invitado por el proyecto ADAPTUR y la Secretaría de Turismo de Guanajuato, a impartir un curso sobre turismo sustentable y cambio climático a los viñedos turísticos del estado, una actividad que empieza a ser muy relevante para la economía local y que curiosamente, con pandemia, ha renacido con fuerza.

Varias cosas llamaron mi atención de este sector, del que había escuchado, pero no había conocido a profundidad.

La primera es la apertura y las acciones ya implementadas en materia de sustentabilidad; y es que pudiera sonar lógico, ya que ellos si que están en contacto con la tierra, y están conscientes que su sector es vulnerable si no se cuidan los recursos (como el agua) y si no se toma en cuenta el factor climático.

La segunda es su vulnerabilidad a las condiciones cambiantes del clima; para que un vino tenga la calidad, el sabor, el color y el cuerpo con el que fue concebido y pensado, necesita condiciones estables. Si llueve de más o no llueve, la uva guarda más o menos agua; si no hay heladas tampoco hay periodo de descanso de la vid, o si las heladas llegan ya tarde pueden arruinar las cosechas; si hay demasiado sol o menos sol, también cambian las condiciones. En fin, que el cambio climático está íntimamente relacionado a este sector.

La tercera es la oportunidad que hay en Guanajuato para posicionarse como un estado líder no solo en enoturismo, sino en un enoturismo sustentable, resiliente, socialmente justo y de calidad.

Explorando las iniciativas globales que hay en materia de sustentabilidad y el sector vitivinícola, existen esfuerzos interesantes de buenas prácticas ambientales, cadenas de valor social y mitigación del cambio climático, pero aún pocas en materia de adaptación, y menos de Adaptación basada en Ecosistemas (AbE).

Bien encaminados, los viñedos de Guanajuato podrían alcanzar un posicionamiento interesante por su innovación y sus prácticas para luchar contra el cambio climático; la información para hacerlo la tienen, la voluntad política, liderada por la Secretaría de Turismo de Guanajuato también, y la asesoría técnica está al alcance, así que auguro buenas noticias para el sector en los próximos meses.

Adaptarse para no migrar, el gran reto.