La política pública habilita y enmarca la implementación de las acciones para determinar el compromiso de las agendas, el rumbo de las decisiones y la definición de presupuestos. En esta etapa también se pone en marcha la cooperación entre las instancias de gobierno de turismo y medio ambiente al reconocer que la adaptación al cambio climático es una competencia conjunta.
Por otro lado, los negocios turísticos se enfrentan a los impactos del cambio climático por lo que es importante generar un autodiagnóstico. A partir de ello, se podrá definir el diseño de medidas ya sea en la proyección, construcción, desarrollo u operación turística considerando criterios de adaptación que mitiguen riesgos.